Lubina al horno con patatas y vino blanco

Receta ↓ Ángela Solar

¡Siente la brisa del mar en tu cocina con esta lubina al horno con patatas y vino blanco! Una receta sencilla que te sorprenderá por su sabor y elegancia, ideal para esos momentos en los que deseas impresionar a tus comensales sin complicarte la vida.

Siempre que pienso en marisco, la lubina se lleva el primer puesto en mi lista. Su textura suave y jugosa, bañada en el aroma embriagador del vino blanco, crea una sinfonía de sabores que se funden en el paladar. Y lo mejor de todo, es que es tan fácil de preparar que te sentirás como un auténtico chef en tu propio hogar.

Y si eres un entusiasta del buen comer, te invito a explorar otras delicias del océano como los calamares rellenos ¡espectaculares!, o para un toque más casero, nada como la tradicional merluza guisada con patatas.

Para los paladares que buscan intensidad y carácter, os recomiendo probar el bacalao al horno a la portuguesa, una receta que os transportará directamente a las costas lusas con solo un bocado.

Los ingredientes que necesitarás

Para que esta deliciosa lubina al horno con vino blanco quede perfecta, aquí tienes los ingredientes imprescindibles en tu cocina.

• Lubina – No escatimes en la calidad, una lubina fresca y brillante es el secreto de un plato principal que se robará todas las miradas y halagos.
• Patatas – Busca patatas que al cortarlas crujan, que al hornearse se transformen en bocados dorados y tentadores, el complemento ideal para nuestra lubina.
• Blanco – Elige uno con carácter, que al unirse con los jugos de la lubina, creará una salsa para recordar y repetir.
• Aromáticos – No te cortes con las hierbas aromáticas; el romero y el tomillo son imprescindibles, pero ¿por qué no aventurarte con un poco de laurel o incluso lavanda?
• Aceite de oliva – Un buen chorro de aceite de oliva virgen extra no solo aportará sabor, sino que hará que tu lubina brille como el sol del Mediterráneo.

¡Manos a la obra con los ingredientes!

Es el momento de mimarla y darle el escenario perfecto para que brille en el horno. ¡Vamos a preparar todo lo necesario para que el resultado sea de diez!

1. Lubina: Imagínate el frescor del mar en tu cocina mientras limpias la lubina. Retira las escamas con cuidado, como si desvelaras un tesoro oculto, y extrae las vísceras con precisión. Hazle unos cortes transversales para que los sabores se adentren en cada rincón de su carne blanca y jugosa.
2. Ingredientes: Elije tubérculos firmes y frescos, pélalos con cariño y córtalos en rodajas que serán la base crujiente de nuestro plato estrella del mar. Recuerda, no demasiado gruesas, para que se cocinen de manera uniforme y queden perfectas.
3. Blanco y aromáticos: Será el alma de la fiesta, así que escoge uno que te encante. Y en cuanto a las hierbas, déjate llevar por tus sentidos. El romero y el tomillo son clásicos, pero si te atreves, añade una hoja de laurel o un toque de lavanda para una sorpresa aromática.

¡Ahora viene la parte más emocionante! Precalentamos el horno a 200ºC (400ºF) y nos ponemos manos a la obra. Mientras tanto, puedo contarte una anécdota: la primera vez que preparé esta lubina al horno con vino blanco, mis amigos pensaron que había comprado el plato en un restaurante. ¡Fue un éxito rotundo!

Comenzamos asando las patatas previamente cortadas y untadas en aceite de oliva. Las dejamos durante unos 20 minutos, hasta que estén doradas y crujientes. Mientras tanto, podemos ir bebiendo un poco de nuestro elegido blanco para la receta. ¡Un buen vino siempre aporta alegría a la cocina!

Una vez las patatas estén listas, es el momento de añadir la lubina limpia y cortada con sus cortes transversales. Vertemos el vino blanco elegido sobre ella y las patatas, y agregamos los aromáticos que hayamos escogido. ¡Yo suelo usar romero y tomillo, pero también me encanta añadir un poco de laurel para darle un toque diferente!

Horneamos nuestra lubina con patatas y vino blanco durante unos 15-20 minutos más, o hasta que veamos que la lubina está cocida y dorada. ¡Y listo! Tenemos un plato de lujo preparado en menos de una hora.